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¿Cómo quieres que no hable de mi si sólo hablo conmigo?
Ya casi no recuerdo cuando fue la última vez que me perdí en lo oscuro de las noches. Hoy es una de esas noches en las que me entran ganas de reír, bailar, cantar, pensar, gritar.. de salir y caminar sola, de sentarme a cada esquina y contemplar estrellas que no existen y contarlas despacito con tal de no llegar. Hace tiempo que no era yo y yo misma, se llaman etapas, las buenas las malas y las raras. Mi corazón y cerebro no coincidían. Pero hoy, hoy es una de esas noches que se llenan de instantes.. Yo sé de laberintos que esconden inminentes y piedras que hablan de historias increíbles que no aparecen en los libros, ni en ninguna de mis palabras. Tal vez, unas buenas noches es lo único que hace falta..
DES-AMOR
Bichos raros
Mientras el mundo duerme nosotros seguimos despiertos, perdidos en el momento. Otro beso, mientras miramos lo extraño que es lugar donde nos encontramos. Si pudieran vernos, dirían que estamos locos, pero se que ellos no lo entenderían. Me siento como el sol cuando atraviesa una tormenta. Me encanta ésta situación...
No todo es lo que parece ser
Te encontré. Salí corriendo. Sí, lo hice, corrí lo más rápido posible. Sólo quería alejarme de todo, de todos. Era inevitable aquel momento, no podía soportar el recuerdo de su rostro posado en cada persona que observaba. No podía más, me fui. Como suelo hacer, huir. Tal vez, ¡que digo!, es que nunca aprendo. Prefiero huir a enfrentar los demonios que me asechan... pero veo que nadie me entiendo y no ven mi desesperación y cómo mi sonrisa triste se va alejando poco a poco por un camino que tengo que recorrer yo sola.
Luego, comenzó a llover. Lo suficiente como para que mis lagrimas no se notaran. Como me gusta caminar bajo la lluvia, escuchando esas canciones que tanto te llegan al corazón. Lástimas que algunas lagrimas sean por tristeza, tristezas que sabes muy bien que no merecen la pena, pero que aún así, no te niegas a sufrirlas. Sé muy bien que el dolor es opcional, siempre quiero correr del dolor pero en realidad nunca llego demasiado lejos... Sigo caminando, veo un pájaro a unos pocos metros delante mía volando felizmente. Y pienso para mi, ¡como me gustaría volar!, sentir el aire por mi cuerpo, ver cada unos de los lugares nunca vistos, ver la ciudad dormida y volar, volar, volar y volar hasta el más allá. Pero ahí estaba yo, apoyada contra un muro cerca de una casa, probablemente vacía en ese momento, ya que no había ni una luz encendida. No hice otra cosa, que dejar de mirar el cielo, a aquel pájaro, y miré para adelante.Observe la hora, y me di cuenta de que no sabía dónde estaba parada, que el tiempo se había consumido y yo seguía perdiéndome, que caí en vez de subir, pero que en realidad, ya no sabía si me importaba, después de todo nadie sabe a dónde quiere ir, ni donde va a terminar...
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